Historias cortas de navidad

La Navidad es una época de buena fe donde las personas están más predispuestas que en otras épocas del año a sacrificarse por sus familiares y amigos.
Por ello, no es de extrañar que destaquen los ejemplos de estas acciones.
A continuación observaremos algunas de las historias navideñas.
1.La tregua de navidad de 1914
Es una historia muy conocida. Que no deja de conmover a pesar de los años que han pasado. Tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial en la Navidad de 1914 y se conoce como la «Tregua de Navidad».
Se trata de un pequeño alto el fuego. De manera no oficial se estableció entre las tropas del Imperio alemán y el Imperio británico estacionadas en el frente occidental. Había intercambio de villancicos, de tabaco y comida e incluso se llegaron a jugar partidos de fútbol entre las fuerzas de uno y otro bando.
Además, durante el tiempo de la tregua se permitió recoger los cadáveres de los caídos.

2. La sombrerera (1931)
Ota de las historias cortas de navidad tuvo lugar en la víspera de Navidad de 1931. Un matrimonio iba en automóvil camino de su casa cruzando una zona desértica a las afueras del pueblo en Arizona cuando pincharon una rueda. Mientras el marido cambiaba la rueda del coche, la esposa se distanció un poco para orinar. Seguidamente vio una caja parecida a una sombrerera. Se acercó a mirar y por sorpresa en su interior descubrió un bebé recién nacido. Estaba abandonado, pero completamente sano. Era una niña.
El matrimonio la recogió y la entregó a las autoridades para que fuera legalmente adoptada. Las probabilidades de que alguien encontrase al bebé en la zona desértica eran mínimas, así que puede hablarse de un verdadero milagro de Navidad.

3.La historia del Grinch
La historia del Grinch trata de un monstruo que odiaba la Navidad. El personaje, verde y peludo, vivía en una cueva en la cima de una montaña. El Grinch, que detestaba la compañía humana y sus alegres celebraciones, solo compartía su hogar con su perro Max.
Por esto, el Grinch planeó bajar al pueblo y robar los regalos para arruinarles la Navidad a todos, pero no contó con la curiosidad de Cindy Lou. Una pequeña de la villa que decidió ayudarlo porque descubrió que de niño fue blanco de burlas por su aspecto.
Sin embargo, el Grinch descubrió que, a pesar de haber conseguido robar todos los regalos y adornos de Villaquien, la alegría navideña llegó igualmente. Ahí es cuando se dio cuenta de que la Navidad es mucho más que cosas materiales. Su corazón se hizo tres veces más grande, devolvió todo lo que se había robado, y fue recibido afectuosamente en el pueblo.
Lo importante es el mensaje de “el Grinch” de unión y amor, sacando del centro los obsequios que muchas veces roban el protagonismo en épocas donde el consumismo amenaza con reemplazar los afectos.